Hoy se acabó el mirarse a los pies buscando una excusa que justifique una forzada autocompasión. Hoy empiezan a tener sentido las tantísimas lágrimas derramadas por aquellos tempranos castigos que obligaban a salir de casa.
Muchos dirán que se trata de un capricho.
Pero qué sabrán aquellos que nunca se atrevieron a soñar.
... CWM ...
"Y antes de volver a lo mío y olvidarlos, me pregunté cuántos fantasmas atormentados, cuántas infelices almas errantes no habrían dado cualquier cosa, incluso la vida, por estar en su lugar. Por estar allí, en Venecia, dándose calor en aquella fría tarde de sus vidas"