domingo, 20 de julio de 2008

Boys don't cry





Las lágrimas son el florete del más endeble escritor.



Lágrimas.




Varios posts atrás prometí no volverlas a utilizar, al menos no mientras escribiera, porque escribir es lo único que me mantiene a flote si bien no lo hago demasiado a menudo. Si se mezclan ambas pasiones - sería absurdo decir que la primera no se ha convertido en una de ellas - en un mismo momento o instante, los vasos capilares del sistema sanguíneo son en mi caso los absolutos testigos de un considerable descenso de la actividad sensorial.



Sin embargo, hoy confío de nuevo en el poder de contar una noche de llanto como arma de combate. Hoy ha vuelto a haber algunas lágrimas, de esas que significan lo que nunca podrán significar mis versos o palabras.





Si, hoy he vuelto a llorar mientras escribía. Pero preferiría no haberlo hecho, porque ahora debo dormir.



... CWM ...

3 comentarios:

~AfTer de Rªin** dijo...

Todo el mundo tiene derecho a llorar...hasta los más fuertes...
Vale que como algunos dicen:"llorar no sirve para nada". Pero yo creo que eso no es así, yo por lo menos al llorar me desahogo y después me siento mejor...xD

javixu dijo...

Yo también oí que los hombres no lloran... pero más vale una lagrima a tiempo que una demostración de hombría cavernaria.

Ánimo

Miss Halfaway dijo...

No creo que haya motivos suficientes como para hacerte llorar y si los hay, dímelos que los aparto en un instante. Pero si no lloramos es una marca de que sentimos y por muy húmedas que sean las lágrimas, duras y ásperas son motivos para continuar adelante, mejor y más fuerte.